Sociedad | Miramar | Mar Chiquita | Ansenuza

Miramar, el pueblo que renació por la bajante de la laguna Mar Chiquita

La bajante de la laguna Mar Chiquita permitió el resurgimiento de Miramar. Este fenómeno natural trajo turismo y actividad económica a la región.

Miramar es un pequeño pueblo ubicado al noreste de la provincia de Córdoba que se vio afectado por la creciente de la laguna Mar Chiquita durante décadas. Sin embargo, la bajante de la laguna debido a la sequía que afecta la región desde hace años, ha permitido que este pueblo renazca.

Con la bajante del agua, se comenzaron a descubrir las calles, las casas y los edificios que habían quedado sumergidos durante mucho tiempo. Esto trajo la curiosidad de muchos turistas que comenzaron a visitar el lugar para conocer este fenómeno natural y apreciar las ruinas que habían quedado a la vista. Además, se han desarrollado actividades deportivas y turísticas, como el avistamiento de aves y la pesca deportiva.

La bajante de la laguna también ha permitido que la actividad económica de la zona se reactive, ya que muchos pescadores y trabajadores del sector turístico han vuelto a trabajar. Además, se han desarrollado emprendimientos gastronómicos y alojamientos que ofrecen a los turistas una experiencia única en este lugar.

Miramar, el pueblo que renació por la bajante de la laguna Mar Chiquita

En definitiva, la bajante de la laguna Mar Chiquita ha sido un fenómeno natural que ha permitido que Miramar renazca y que se convierta en un lugar turístico y económico importante para la región. Los habitantes del lugar han encontrado nuevas oportunidades para desarrollar sus actividades y el turismo ha permitido que se conozca esta hermosa zona de la provincia de Córdoba, que había permanecido oculta bajo el agua durante mucho tiempo.

El movil en Córdoba de IP Noticias, la historiadora Mariana Zapata, contó detalles del histórico pueblo en el que conviven dos realidades: la expectativa turística de cada verano y la nostalgia por lo sucedido aquel 17 de mayo de 1978.

"Esto lo he leído, escrito, he visto cientos de fotografías y tengo grabadas aquellas anécdotas de los tiempos de esplendor. Pero a la vez, acá, sobre esta misma calle Belgrano y sobre los bloques emergiendo, está ese dolor y esa capacidad de adaptación del miramarense también", explicó.

"Cuando Dante Marchetti hizo el anfiteatro no sé si se imaginaba que estos asientos y estas mesitas iban a estar casi 40 años debajo del agua y hoy lo íbamos a poder disfrutar. Hizo algo perdurable, atrajo artistas importantes y movilizaba al pueblo antes de la temporada en enero"

Dejá tu comentario