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El gobierno provincial mira con expectativa la posibilidad de un quiebre en el radicalismo

En Juntos por el Cambio se perfila un enfrentamiento entre Negri-De Loredo y Juez-Santos. Un triunfo de la lista del líder del Frente Cívico mejoraría las perspectivas de Hacemos por Córdoba. Además, el radicalismo podría volver a quebrarse: Mestre amaga con formar una tercera opción junto con Dante Rossi y Carlos Briner.

En el Centro Cívico de Córdoba siguen con atención lo que está pasando en Juntos por el Cambio. La principal fuerza opositora evitó un primer riesgo de fractura y se inscribió como una coalición de cara a las legislativas. Pero ahora la pelea se centra en las candidaturas. Y la posibilidad de un acuerdo parece lejana; incluso crecen las versiones de un quiebre, al igual que en 2019, dentro del radicalismo.

En las últimas horas, en un escenario que cambia vertiginosamente, casi no quedaban dudas de que el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, competirá en las Paso contra Luis Juez para encabezar la lista de candidatos para el Senado.

Pero, además, cerca del diputado aseguran que el acuerdo de Negri con Rodrigo de Loredo, líder de Sumar y emergente de una nueva generación de dirigentes en el radicalismo, es un hecho.

Esos movimientos son seguidos detenidamente desde el Panal de Córdoba. El mapa opositor puede tener un impacto no menor en la performance del propio oficialismo. Las consultoras que históricamente asesoran al oficialismo cordobés concluyen que un triunfo de Luis Juez en las Paso le abriría a la lista de Hacemos por Córdoba, que estaría encabezada por Alejandra Vigo en Senadores y por Natalia de la Sota en Diputados, la perspectiva de hacer una mejor elección en las legislativas de noviembre. Con un triunfo casi asegurado de Juntos por el Cambio, el schiarettismo pretende afianzarse en el segundo lugar. El gran desafío del justicialismo provincial es quebrar una posible polarización entre kirchnerismo y antikichnerismo en la provincia.

Un elemento que tiene importancia en el complejo panorama actual de la oposición, creen en el radicalismo, es la ya afianzada buena relación que existe entre Schiaretti y Mauricio Macri. Si Negri y De Loredo finalmente cierran el acuerdo, y si asemás suman a desencantados del Pro y a la Coalición Cívida de Elisa Carrió, una de las consecuencias probables es que la UCR, tal como ocurrió en 2019, vuelva a dividirse. En ese escenario, Ramón Mestre impulsaría una boleta puramente radical, en la que además estarían el alfonsinismo de Dante Rossi y el intendente de Bell Ville, Carlos Briner.

La principal complicación que tiene el exintendente de Córdoba es que las encuestas le son esquivas: reflejan todavía su pobre desempeño en la elección a gobernador y la imagen negativa que arrastra desde su gestión en la Municipalidad.

Las legislativas suelen ser el mejor ámbito para la oposición en Córdoba. Una alianza entre radicales, macristas y la Coalición Cívica tiene, según señalan las encuestas, todo para ganar. Aunque el riesgo, una vez más, no está afuera sino adentro.

Redacción Marca Informativa Córdoba

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