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Lluvia de goles en Córdoba: Huracán venció 5-3 a Racing y avanza en Copa Argentina

El "Globo" le ganó por 5 a 3 en el estadio Mario Alberto Kempes, por los actavos de final. Carrizo, Souto, Benítez, Fertoli y Pussetto marcaron para el equipo de Parque Patricios; mientras que Oroz y Romero, en dos oportunidades, convirtieron para los de Avellaneda.

Huracán venció a Racing Club por 5 a 3 en Córdoba, y se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina. En un emocionante encuentro, los tantos del “Globo” fueron convertidos por Lucas Carrizo (7m. PT), Lucas Souto (22m. PT), Guillermo Benítez (40m. PT), Héctor Fértoli (2m. ST) e Ignacio Pussetto (22m. ST).

Los descuentos de la “Academia” los anotaron Nicolás Oroz (26m. PT) y Maximiliano Romero en dos ocasiones (8m. y 12m. ST).

Huracán empezó a ganar el encuentro gracias a la presión de sus mediocampistas, que cortaban los circuitos ofensivos que pretendía armar Racing y, desde allí, generan rápidas réplicas para aprovechar las espaldas de los laterales adversarios. Así llegaron los dos primeros goles, primero con un remate bajo desde afuera de Lucas Carrizo y luego con una precisa definición de Lucas Souto ante la salida de Tagliamonte.

El golazo fuera de contexto de Nicolás Oroz, con un derechazo a colocar al ángulo de Chaves, parecía que podía cambiar la historia del partido. Pero Huracán no se amilanó y volvió a golpear por los costados, primero con una entrada de Guillermo Benítez y luego con un desborde de Cóccaro que resolvió Fértoli para ponerse 4-1 y dejar aroma a sentencia.

Pero la entrada de Roger Martínez potenció el ataque de Racing, que no se entregó y encontró la pólvora seca de Maxi Romero, que se sacó la mufa que lo perseguía con dos goles seguidos.

La sensación ahora era que el equipo de Gago podía ir por el empate, porque tenía tiempo suficiente, el ánimo en alza, nuevas variantes en ataque y enfrente contaba con un rival que comenzaba a dudar. Sin embargo, el Globo no se desesperó, controló el envión rival y volvió a las fuentes: pase a la derecha para Cóccaro, que desbordó por la punta y envió el centro perfecto para que Pussetto definiera con un cabezazo de pique.

Por más que Racing no se entregó, la eliminatoria ya estaba sentenciada, porque el equipo de Martínez siguió lastimando cada vez que contragolpeaba. Y así llegó a un cierre tranquilo, pese al sofocón que tuvo cuando promediaba el juego.

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