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El agua de red en Córdoba, cada día más contaminada

Un nuevo estudio encargado por la APDH demuestra que se agravaron los niveles de contaminación del agua de red en la ciudad de Córdoba, mientras la Justicia discute si admitir o no a una legisladora provincial como querellante.

Por Ignacio Varela Coronel

En su última edición, MI Córdoba se hizo eco de los alarmantes resultados de un nuevo estudio solicitado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) regional Córdoba. El análisis, realizado por un laboratorio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el CONICET, confirma que en un litro de agua de red de Córdoba hay 17 microgramos de microcistina, 17 veces más que lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al cotejarse estos nuevos datos con los del estudio dado a conocer en mayo pasado (que arrojaban niveles cercanos al doble de lo recomendado), se comprueba un crecimiento exponencial de esta toxina, la cual es sumamente dañina para el consumo humano.

Exequiel Di Tofino, Licenciado en Química, repitió el proceso de recolección de muestras ante un escribano público: recogió agua de la canilla de un domicilio de la zona norte de la ciudad en un recipiente herméticamente cerrado y envió el envase al laboratorio de La Plata, con los resultados a la vista. Di Tofino es parte de la denuncia penal presentada en mayo por la diputada provincial Luciana Echeverría ante la Fiscalía de Mondino.

En conversación con MI Córdoba, Echeverría se mostró pesimista ante el estado de avance de su denuncia, aunque admitió que se iniciaron algunos pasos procesales: “Nos llamaron a declarar, cosa rara, en general la Justicia duerme este tipo de causas”, afirmó. Y agregó que enviaron a gente del Centro de Investigación y Transferencia en Ingeniería Química Ambiental (CIQA) -dependiente de la UTN Córdoba- a su domicilio a recolectar muestras de agua. “Por ahí uno podría interpretar esto como que la causa efectivamente avanza, pero la verdad es que creemos que están haciendo todo esto justamente para cerrarla y archivar rápido el asunto”, sostuvo, pesimista.

La legisladora por el MST-Nueva Izquierda fundamenta su desconfianza en el historial del fiscal Mondino: “Es el mismo fiscal que archivó la causa de Taym sin informarle a nadie, nos enteramos un año después del archivo de esa causa. Lo mismo puede pasar con nuestra causa, que la archive sin más y enterarnos bastante después”.

Echeverría recordó que desde su espacio político han cuestionado los antecedentes del CIQA: “Su director y algunos de sus integrantes tienen antecedentes de poner la firma en las cuestiones más polémicas: lo hicieron en Cormecor, el informe de impacto ambiental de Monsanto, incluso como testigos a favor de Porta Hermanos en la causa que abrieron los vecinos por contaminación. La verdad que no tenemos ninguna confianza en ese organismo”.

La legisladora intentó dos veces constituirse como querellante en la causa, pero el fiscal rechazó ambos pedidos. La decisión fue apelada y el viernes ampliaron los fundamentos de por qué quieren ser querellantes. Sobre la repercusión que tuvo su denuncia en la Legislatura, advirtió que “fue nefasta”. “El oficialismo no sólo negó el problema, sino que además nos acusaron de irresponsables, de querer asustar a la población, querer montar un show y jugar a los científicos”.

“La verdad es que es un gran problema porque la situación empeora cada vez más”, insistió Echeverría sobre la situación tanto del lago San Roque como de Los Molinos, que abastecen de agua a la población de la ciudad de Córdoba. Y en sintonía que lo que propone la APDH, le pidió a los gobiernos provincial y municipal que dejen de negar el problema y adopten medidas urgentes para revertir la contaminación.

“La verdad que no tenemos ninguna confianza en esta Justicia porque ha demostrado en todas las ocasiones ser de todo menos independiente”, concluyó la legisladora, que anunció sin embargo que en los próximos días incorporarán a la denuncia los nuevos estudios difundidos la semana pasada por la APDH.

¿Qué se puede hacer en casa?

El investigador Exequiel Di Tofino recomienda consumir agua envasada que no provenga de las fuentes que proveen a la ciudad de Córdoba “salvo que haya garantías del tipo de tratamiento que se hace y que sea absolutamente exhaustivo”. Desalienta hervir o calentar el agua, debido a que eso vuelve más tóxica a la microcistina. Y si bien alienta el uso de filtros, advierten que también resultan insuficientes: “Los filtros comerciales sirven, lo que sucede es que son inespecíficos e insuficientes porque el tipo de contaminación y los niveles de contaminación no alcanzan a ser retenidos por el tipo de filtro y por el tipo de recambio y mantenimiento que el usuario tendría que hacer”, agrega.

La respuesta de Aguas Cordobesas

Sin mencionarlos explícitamente, un parte de prensa de la empresa Aguas Cordobesas -concesionaria del servicio de agua potable de la ciudad de Córdoba- publicado el miércoles 19 desmiente los resultados del estudio presentado por la APDH y asegura que “el agua de Córdoba es de calidad y el producto más controlado del mercado”. “Consideramos que dicho documento debería ser presentado ante el Ente Regulador a los efectos que permitan realizar un análisis y validar la metodología e información que contiene”, concluye el escueto comunicado de la empresa.

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