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Aseguran que la liberación de patentes de vacunas contra el coronavirus "podría haberse hecho antes"

Infectólogos del país se manifestaron a favor del levantamiento temporal de las patentes de las vacunas contra el coronavirus, pero consideraron tardía la decisión.

Infectólogos argentinos consideraron hoy que el acuerdo de los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para el levantamiento temporal de los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas contra el coronavirus es “un hecho positivo”, pero que hubiese sido mejor “hacerlo antes”.

La resolución permite a los países en vías de desarrollo fabricar durante cinco años las vacunas contra la Covid-19 sin pagar por las patentes, e incluye la tecnología del ARN mensajero, presente en los inmunizantes de los laboratorios Pfizer y Moderna.

Sin embargo, una de las críticas hacia al acuerdo es que no obliga a las empresas que tengan las patentes a compartir su tecnología ni la información de sus ensayos clínicos, que seguirán siendo secretos.

Además, el acuerdo no incluye los tests ni tratamientos que se usan para detectar y combatir el coronavirus.

Jorge Geffner, investigador del Conicet y profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA, afirmó que la iniciativa es “un hecho positivo”, pero que la liberación de patentes, si no va acompañada de un acceso pleno a los detalles tecnológicos y metodológicos, es una liberación “con una pata muy floja”.

“Si no hay transferencia de tecnología es muy difícil que se haga efectiva esa liberación porque cualquier laboratorio o universidad que quiera realizar en concreto la producción va a tener que invertir mucho tiempo y recursos en el desarrollo de esa tecnología, que las grandes compañías se niegan a transferir”, agregó el especialista.

Si no hay transferencia de tecnología es muy difícil que se haga efectiva esa liberación porque cualquier laboratorio o universidad que quiera realizar en concreto la producción va a tener que invertir mucho tiempo y recursos en el desarrollo de esa tecnología, que las grandes compañías se niegan a transferir Si no hay transferencia de tecnología es muy difícil que se haga efectiva esa liberación porque cualquier laboratorio o universidad que quiera realizar en concreto la producción va a tener que invertir mucho tiempo y recursos en el desarrollo de esa tecnología, que las grandes compañías se niegan a transferir

Geffner también consideró que “lo correcto hubiera sido hacerlo antes, cualquier pronunciamiento en ese sentido es bueno, pero la verdad es que parece más bien retórico, no sé qué consecuencias va a tener”.

El infectólogo explicó que los gobiernos deberían acompañar la iniciativa de la liberación de las patentes en conjunto con la liberación de la tecnología.

“Las estrategias de vacunación, quién accede o no, tienen que estar determinadas por las necesidades de las personas y no por los intereses económicos de las compañías en el escenario de una pandemia”, sostuvo.

Por su parte, Luis Cámera, médico clínico y asesor del Gobierno nacional, coincidió con Geffner en que la medida es un tanto “tardía”.

“Estos acuerdos podrían haberse hecho mucho tiempo antes, no cuando -lamentablemente- ya han muerto entre 15 y 20 millones de personas por la pandemia”, aseveró.

Estos acuerdos podrían haberse hecho mucho tiempo antes, no cuando -lamentablemente- ya han muerto entre 15 y 20 millones de personas por la pandemia Estos acuerdos podrían haberse hecho mucho tiempo antes, no cuando -lamentablemente- ya han muerto entre 15 y 20 millones de personas por la pandemia

Cámera cree, a pesar de ello, que es "importante” y “va a ayudar a mucha gente” el hecho de que se pueda generar un abaratamiento significativo a través de la liberación de las patentes, y agregó que la transferencia tecnológica empoderaría a países para “poder producir sus propios productos sin tener dependencia intelectual de países más poderosos”.

Martín Hojman, médico infectólogo de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), celebró "toda medida que se dirija al acceso universal y gratuito de la salud".

"En este caso, durante una pandemia hubo varios intentos para conseguir el levantamiento de patentes de las vacunas, pero también de métodos diagnósticos y tratamientos, pero no se consiguió. Sin embargo se consigue esto, que es un paso adelante cinco años al permitir que se fabriquen las vacunas sin pagar las patentes, aunque no obliga a las empresas a compartir sus datos", destacó.

"Es una excelente noticia, un poco limitada pero cualquier resolución a favor del alcance de la salud para toda la población, sin distinciones de ningún tipo, es para celebrar", concluyó Hojman.

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