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Hugo Juri contra la grieta: "Hablan de los planes, pero esa gente quiere trabajar"

El mandamás saliente de la Casa de Trejo confronta a quienes critican los planes sociales,  asegura que la grieta "le hace mucho mal a la sociedad" y cruza con dureza a Javier Milei. "Le suma que lo lleven a la televisión para insultar", fustiga al polémico diputado porteño por decir que las universidades públicas "son centros de adoctrinamiento".

Por Guillermo Posada / @cortodemira

El jueves pasado la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) fue sede por segunda vez de un novedoso encuentro de debate donde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) convoca a dirigentes de distinto pelaje a departir sobre la realidad de los sectores pobres, de los que viven en una porción cada vez más amplia -fruto de la brutal desigualdad existente- en los bordes sociales. La organización asegura que siete millones de argentinos y argentinas integran esa economía popular.

Como otra expresión los movimientos sociales de Argentina, cada vez más potentes, la UTEP arriesga, a través de la Red de Intercambio Técnico con la Economía Popular, a entrarle al debate público en momentos donde la alianza opositora a nivel nacional cuestiona las ayudas sociales y sectores liberales promueven su recorte o atenuación. Las estrellas de esta edición fueron el dirigente Juan Grabois y el empresario de la soja Gustavo Grobocopatel.

Este fue el escenario donde Marca Informativa Córdoba entrevistó al rector de la UNC Hugo Juri, el docente de medicina que devolvió la hegemonía a los radicales en la Casa de Trejo; el catedrático de amplio prestigio que confrontó con el macrismo en 2018 cuando se pretendió hacer un ajuste del presupuesto universitario; el rector cuyo mandato finaliza este año y habla del fin de las universidades de élite en Argentina.

Tras cumplir su papel protocolar, Juri acepta responder sobre las características del debate público actual y analizar el concepto de “la grieta”, tan difuso y siempre a mano para explicar los conflictos actuales. “Creo que las redes sociales, los medios de comunicación, han contribuido a que muchas personas solo accedan a lo que están de acuerdo y pierdan la posibilidad de conocer al que piensa distinto. Sucede a nivel internacional, en Estados Unidos con (Donald) Trump, hoy pasa en Francia. Aquí hay gente a la que le conviene la grieta. Y no solo me refiero a los partidos políticos: quizás no lo hacen de manera pérfida, pero contribuyen. Pareciera que, como fanáticos del futbol, si estoy acá no puedo creer nada de lo que dicen del otro lado. Es uno de los daños más grandes que se le hace a nuestra sociedad”, asegura Juri. A su lado aprueba con un gesto Enrique Palmeiro, director mundial de Scholas Ocurrente, la red promovida por el Papa Francisco en todo el mundo para contactar distintas realidades educativas. Palmeiro fue quien conectó a la UTEP con la UNC.

-¿La élite dirigencial (política, social, cultural, intelectual) argentina está a la altura para manejar las herramientas que permitan superar esta controversia?

- La mayoría de la sociedad argentina quiere lo mismo que quieren estas siete millones de personas que forman parte de la economía popular: vivir bien. Pero si todos discuten que “les dan planes” y plantean “por qué no van a trabajar”, (no ven que) eso es lo que hace la UTEP: ayuda a que trabajen (remarca). ¿Por qué no ven las soluciones en vez de ver quién las hace? Si hay una institución en el país donde la gente se siente representada es la Universidad, y la Universidad tiene el poder y la función de convocar. Por eso vienen grandes empresarios y dirigentes importantes de la economía popular.

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-¿Cuál es el rol del Estado en momentos que desde sectores políticos se lo ataca fuertemente?

- Resolver los problemas de la gente, no de determinados sectores, ya sea políticos, económicos, culturales.

-Como pareciera ser la discusión en torno al Consejo de la Magistratura…

- Si. Acá en la Universidad no vamos a discutir partidos políticos. Hay cosas mucho más fundamentales como es apoyar a siete millones de personas que están trabajando para producir mejor. ¿Qué tiene de malo eso? Si queremos que todos tengan trabajo, démosle herramientas. No podemos decir “vayan a trabajar”. ¿A dónde? Hay que darle herramientas, porque si no… Ojo, primero con la pandemia, y ahora con la guerra en Europa, el precio de los alimentos se está disparando y va a haber hambre en el mundo. Hay que buscar las soluciones que necesita mayoría de la sociedad.

-Hay un emergente político bastante polémico como Javier Milei, que dijo que “las universidades públicas son centros de adoctrinamiento”. ¿Qué opina al respecto, sobre todo atento que es un dirigente con fuerte predicamento en Córdoba?

- Si, tiene predicamento en esa gente joven que viene de una cultura de soluciones rápidas. No hay compromiso a mediano plazo, todo tiene que ser ya. Les dice cosas imposibles… Hay que tener cultura cívica, no se puede cerrar el Banco Central mañana, o el Ministerio de Educación. Es cierto que en épocas de crisis económicas es difícil mostrar las bondades de la educación.

- Pero la crítica del “adoctrinamiento” no apunta a la eficacia de la educación universitaria sino a un enfoque de tipo ideológico.

- Mire, ¿sabe qué? (comienza subir temperatura, pero no elude la situación) Yo, personalmente, no le voy a dar prensa (a Milei), porque sé que la grieta busca eso. Ahora todos le copian a Trump. ¿Qué hacía el ex presidente de Estados Unidos? Provocaba, insultaba con declaraciones violentas. Nosotros en las universidades nos vemos tentados a responderle a este señor. Pero yo no le voy a dar un segundo de prensa para que después contradiga lo que estoy diciendo. No me interesa lo que dice.

- ¿Le resta entidad como dirigente?

- Ni le resto ni le sumo. Si hay gente que lo quiere votar, que lo vote. Pero no voy a discutir con él si Argentina debe tener o no universidades públicas. Si usted no mete a Milei en el camino y me pregunta, si me pregunta si tienen que existir las universidades públicas, le voy a dar mil razones. Pero no le voy a contestar a un señor que no conozco, que dice cosas, que le suma que lo lleven a la televisión e insulte o diga lo que sea. No funciono de esa manera, soy el rector de la Universidad de Córdoba.

Siete millones de voluntades

Enrique Palmeiro está acostumbrado a codearse con lo más granado de la dirigencia nacional y es muy requerido por su cercanía al Papa Francisco. Dicen que llevó a Juri a Roma para que sea recibido por el Sumo Pontífice argentino. A su vez es un docente de raigambre popular, que se refiere a los integrantes de la UTEP como “compañeros” y que ve en el intercambio una forma de contribuir al mejoramiento social.

Consultado sobre la demanda que la economía popular hace de la educación pública, Palmeiro sostiene que “la economía popular es dinámica y está integrada por siete millones de personas. Este modo de trabajo de los cartoneros, agricultores familiares, comedores, vendedores ambulantes, requiere un apoyo desde lo organizativo para que los modos de producir aumenten”. Y agrega: “Se habla de economía popular como sinónimo de planes y no es así, los planes son un pequeño complemento del ingreso genuino que logran con el trabajo esos grupos que, lamentablemente por cómo están las cadenas de valor, se llevan la peor parte de la torta y por eso es necesario reforzarlo con un aporte complementario de su ingreso. Creemos que la economía popular puede aumentar la torta de la producción para aumentar los ingresos. Y ahí la educación pública tiene un importante papel de acompañamiento, asesoramiento y ayuda”.

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