Por Anabella Antonelli
Flavia Saganías: 23 años de prisión por proteger a su hija
La sentencia fue convalidada por el TSJ. El 27 de noviembre de 2019 Flavia Saganías fue condenada en los tribunales de Cruz del Eje por instigar la agresión a su ex pareja, tras denunciarlo en redes sociales por abuso sexual contra su hija. Después de un largo periplo judicial y con el acompañamiento de colectivos sociales, feministas, instituciones y referentes de derechos humanos, su defensa logró que la Corte Suprema de Justicia de Nación admita un recurso de queja y revise la sentencia.
Flavia es mamá de cinco niños y niñas y desde hace seis años, su vida y la de su familia atraviesan el horror. En 2017 denunció penalmente a su ex pareja Gabriel Fernández por abuso sexual contra su hija de seis años. Ante la inacción del Poder Judicial, expuso los hechos en una publicación en redes sociales, con la intención de que la comunidad de Capilla del Monte pudiera cuidarse del presunto abusador. Así, familiares y vecinos conocieron lo que había ocurrido y decidieron atacar a Fernández. En 2019, la Justicia de Córdoba condenó a 23 años de prisión a Flavia por “instigar” los daños y golpes que recibió su ex pareja. Como autores materiales de esos delitos fueron condenados también a 23 años su madre y su hermano.
Flavia pasó 203 días en la cárcel de Bouwer, hasta que obtuvo la prisión domiciliaria. En ese tiempo, colectivos sociales, instituciones, familiares y vecinas crearon una red de cuidado y contención para acompañar a sus hijos e hijas, dos de ellos de apenas tres años de edad. Conformaron además el colectivo Justicia por Flavia Saganías que realiza acciones contra un fallo que consideran aleccionador para las madres protectoras.
La condena inédita y desmesurada impuesta por la Cámara del Crimen de Cruz del Eje, fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), que denegó la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revise el caso. Ante este impedimento, el pasado miércoles 13 de abril, el equipo de la defensa presentó un recurso de queja por denegatoria de justicia, que fue admitido por la Corte. En conversación con Marca Informativa Córdoba, el abogado defensor de Flavia, Carlos “Chuzo” González Quintana, señala: “A partir de ahora viene un camino largo y complejo de desmenuzar el caso en todas las hipótesis posibles, analizando todas las pruebas, no solo la que la condenó a Flavia, sino la que no fue atendida y valorada por parte del tribunal del juicio”.
Es la oportunidad de estudiar nuevamente el caso y que se llegue a una conclusión distinta. “Flavia es ajena a los hechos que se dieron en la casa de la ex pareja, no solo porque no estuvo presente en el lugar, sino porque tampoco planificó ni distribuyó tareas ni controló cada acción que se llevó a cabo -explica González Quintana-. No consideramos que sea autora intelectual ni instigadora de las personas que ejecutaron los hechos”. Recordó que durante el juicio, ella repudió estas acciones. “El fallo es aleccionador para las madres protectoras que luchan a diario contra los obstáculos judiciales que conciernen a las causas de abuso sexual en la infancia”, remarca el abogado.
Justicia con perspectiva de género
“Cuando hablamos de fallar con perspectiva de género es que se analice el caso en todas las aristas, no limitar la mirada judicial a lo que pasó en la casa del abusador a manos de la madre y el hermano de Flavia, haciendo un recorte de un película que es mucho más larga -explica el abogado-. Es necesario que la Corte analice también los derechos de una mujer niña y una mujer adulta, madre e hija, que fueron permanentemente invisibilizadas en su condición de vulnerabilidad, primero frente a un abusador, luego frente a un Poder Judicial que no las atendió ni escuchó sus reclamos, no profundizó en la investigación de la denuncia de los hechos”, agrega González Quintana.
La publicación en redes sociales, explica el abogado, no fue una instigación, sino una protección a su entorno familiar y a su comunidad: “Durante el juicio oral y público, en ningún momento se tuvo en cuenta la condición de madre protectora de Flavia a la hora de alertar a la comunidad de la presencia de un abusador frente a la inacción de la Justicia, para que no le pase a otros niños o niñas”. Algunos grandes medios de comunicación locales tuvieron su cuota de responsabilidad, abordando el caso solo desde lo ocurrido a la ex pareja de Flavia, como víctima de los hechos de violencia en su domicilio, “sin analizar qué había sucedido antes, por qué ella acudió a las redes para visibilizar los hechos, tratando el caso como un acto de justicia por mano propia”, agrega el letrado.
“El caso tiene un trasfondo tremendo, atraviesa a toda la familia, ha producido un dolor irreparable. No solo porque tenemos una niña víctima de abuso infantil, sino porque tenemos una madre condenada a 23 años de prisión por haber protegido a su hija con las herramientas que tenía a mano. Además de todo ese castigo que la vida le ha presentado, ¿se la puede castigar arrancándola del hogar y depositándola en una cárcel por más de dos décadas?”, se pregunta González Quintana. Ahora la Corte Suprema tendrá la última palabra.