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Charly García encendió el CCK con un concierto histórico

Charly García subió al escenario del CCK y tocó varios temas acompañado por Fito Páez, Hilda Lizarazu y Rosario Ortega, entre otros.

Charly García se presentó de improviso en el CCK en la celebración de su cumpleaños y armó una fiesta flamígera en el Auditorio Nacional, donde a lo largo de la tarde más de cien músicos tributaron a su figura y su marca dentro del rock y la música argentina.

Lo que era un recital celebratorio y disfrutado por el público se transformó en un torbellino emocional con la aparición del hombre del bigote bicolor -con saco blanco, sombrero, brazalete Say No More y remera negra- que dio un show cargado de significados y de una potencia arrolladora.

Flanqueado por las vocalistas Rosario Ortega e Hilda Lizarazu -dos históricas del gran García- Fito Páez y el zorrito Von Quintiero, Charly volvió a ser él mismo el día de su cumpleaños, luego más de un año de silencios y en combustión con su gente, muchos de los cuales pasaron horas para conseguir una entrada redituó el sacrificio previo.

El gran rockstar argentino apareció sin aviso previo para cantar un rabioso "Cerca de la revolución", al que siguió "Promesas sobre el bidet" y "Raros peinados nuevos", en impagables versiones, en las que cantó sentado a los teclados.

Seguidamente la banda propuso y Charly cantó "Demoliendo hoteles" y después llegó el Feliz Cumpleaños a Charly García cantado por todo el CCK.

"Una vieja canción que me transportó al estrellato argentino", dijo Charly al arrancar "Canción para mi muerte", el gran éxito de "Vida" el primer LP de Sui Generis de 1972, la última de las inolvidables canciones que esta tarde cantó en el CCK.

El concierto del CCK y en particular el segmento donde estuvo Charly fue seguido por una multitud congregada en las afueras del exCorreo Central, donde una pantalla gigante seguía las alternativas de lo que sucedía en el Auditorio Nacional en vivo y era visto centenares de jóvenes que no consiguieron entrada y se acercaron para seguirlo desde la plaza adjunta.

Antes de eso hubo otras dos secciones y después una cuarta pero lo que se llevaron todos en la memoria fue la aparición sorpresiva y de notable prestanza de Charly sobre el escenario.

El concierto arrancó con un recorrido camarístico por la obra de Charly a cargo de una orquesta de cámara de tres violines, tres violas, dos cellos, contrabajo, corno, oboe, flauta, piano y percusión.

El grupo académico, a través de un delicado trabajo arreglístico fue uniendo distintas piezas de García, poniendo de manifiesto la riqueza melódica de las creaciones del máximo rockstar argentino, maleables y dispuestas a asumir distintos formatos, registros e interpretaciones, que jugaron a modo de reformulaciones que nunca olvidaron el original del cual provenían.

Una platea atenta, colmada, expectante, recibió la música que llegaba desde el escenario con alegría y fue transitando sin excesos este reencuentro extraño de música, gente e interpretaciones en vivo en la pospandemia, en un concierto plagado de sensaciones afectivas por el tributo que rinde y la dimensión del creador al que celebra.

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